
El recuerdo adormecido florece con cada golpe de tu indiferencia, como miles de olas chocando contra una roca a punto de resquebrajarse.
Nunca dejaste de sonreir, que hasta el sol sintiendose desplazado fue a esconderse detras de las nubes.
mi imagen y yo.
Los imperiosos primeros pasos de juventud, complejos, sin sustento, ni rígidos. Ni siquiera ayudado por Dios, ( Hola Dios, ¿Estás ahí?).
Si.. Voy a comenzar, preparados, amarrese sus zapatos, ajustese la corbata que aquí vamos...
¿Hacia dónde? ¡Quién sabrá! ¿Qué camino vamos a escoger? El de la palabra, la imag(en)inación... ¿Por qué? , ¿Por qué no? Complejo, complejo.. Tan complejo que queda como una simpleza ante la inmensidad del mundo, de sus mundos ignorantes. Un vacio llenando otro vacio, generando un todo partiendo de la nada desembocando en un dis-turbio, en tu cabeza.
Aquí vamos.. Acá vamos.. Allá fuimos .